AUTORES: EROS MARTINEZ, JAIME HIGUERA,
RAÚL GUADAÑO, SARA ALCAZAR
El corónimo Castilla-La Mancha es una denominación moderna, surgida tras la división autonómica vigente, que está formado por un binomio que da sentido a las cinco provincias que conforman la Comunidad. Las cinco provincias que forman parte de Castilla-La Mancha son territorios que históricamente han pertenecido al antiguo Reino de Castilla, situándose la comarca natural de La Mancha en parte de cuatro de ellas (Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo), siendo así la comarca más extensa y representativa de la Comunidad Autónoma. El nexo de unión entre ambos territorios, que se remonta a tiempos inmemoriales, está simbolizado con el guion (-) entre ambos binomios, puesto que el territorio de La Mancha se circunscribía dentro del Reino de Castilla. No obstante, ya durante la Primera República Española se perfiló la idea de la creación de un Estado Regional Castellano-Manchego.
Castilla (nombrada en los primeros documentos en castellano antiguo como Castella o Castiella) significa, según su etimología, «tierra de castillos», siendo denominada por los historiadores árabes como Qashtāla3 قشتالة y su nombre aparece justificado como tierra sembrada de castillos. El término vendría del latín castellum, diminutivo éste a su vez del término castrum, castro, fortificación de la Iberia prerromana.
La Mancha
La Mancha es un topónimo de origen árabe.
La teoría más extendida estipula que La Mancha procede de la lengua árabe durante la ocupación musulmana de la península Ibérica, y que procede el topónimo "Mancha", pronunciado como Manxa o Al-Mansha, que se traduce como "tierra sin agua", o Manya como "alta planicie" o "lugar elevado". El historiador Jerónimo Zurita afirma que otro historiador, Pero López de Ayala, tuvo noticia cierta del nombre de Mancha como tierra de espartos, seca, que los godos la llamaban Espartaria y que los árabes mantuvieron el léxico Espartaria que en lengua árabe sería Manxa. Esta tierra Espartaria se vincula con el antiguo Campo Espartario o Espartaria, de la Carthagena Espartera, heredero a su vez de la provincia romana Carthaginense, que englobaba a gran parte de la actual Castilla-La Mancha.